Pastoral
El Virgen de la Caridad pertenece a la Comunidad de Colegios diocesanos de la iglesia Local de Toledo, presidida, por medio de la Fundación Titular, por su Arzobispo, Braulio Rodríguez Plaza.
El objetivo educativo último del Centro coincide con los fines evangelizadores de la Iglesia Católica: conducir a la plenitud a la persona en sus múltiples dimensiones: hijo de Dios viviendo en una sociedad llamada a construirse con auténtica fraternidad, en el respeto del mundo y su verdad entregado por Dios a la familia humana para su pleno desarrollo. Reino de Dios y progreso humano, lejos de oponerse, forman parte del único designio de Dios, al que nos sentimos llamados a coopera a través de la educación, formando hombres y mujeres capaces de vivir según la voluntad de Dios.
A través del conjunto de toda su acción formativa, en unión de todos sus profesores, equipo directivo, y personal colaborador, el Colegio pretende cumplir su misión en medio de un entorno de libertad educativa así reconocido por la Constitución española y apoyado en el régimen de conciertos establecido en nuestro país.
En el respeto a dicha libertad de elección de cada familia para sus hijos, el Centro de Virgen de la Caridad, se constituye como una Comunidad educativa en clave cristiana. La conciencia de quienes formamos este Colegio, nos llama a un tipo de educación que no se ciñe a puntuales actos de índole religiosa, sino a un estilo, unos propósitos, unos instrumentos siempre acordes en la búsqueda del pleno desarrollo de la personalidad cristiana de sus alumnos y alumnas.
El Centro, pues, forma, educa y evangeliza en todas y cada una de sus actividades, bien sea impartiendo las asignaturas y materias de educación reglada, bien sea a través de sus actividades complementarias de cualquier tipo, pero también en el modelo de convivencia propuesto y con el Proyecto que el Equipo de Educadores realizan en sus ámbitos competenciales propios.
UN PROYECTO COMÚN Y TRANSVERSAL DE EDUCACIÓN CRISTIANA ORGÁNICA.
Lejos de realizar su función educativa cristiana reducida de manera aislada o puntual a algunos actos específicamente religiosos, es el conjunto de su acción la que lleva a encontrarse al alumno con su vocación humana, espiritual y profesional.
Consciente del contexto secular de índole pluricultural y multirreligioso en que vivimos, y del que participa el Colegio en la variedad de sus propios alumnos y alumnas, el Centro rige su educación pastoral en las siguientes coordenadas básicas:
» 1. discernimiento. Esto es, un conocimiento sapiencial de todas las materias exigidas por las leyes educativas vigentes en cada momento, tanto a nivel nacional como regional. Conocimiento crítico de la educación general en el que la toma de postura es acorde con las exigencias nacidas de la fe cristiana, y no al margen de la misma.
» 2. apoyo a la iniciación cristiana. Cada familia encuentra en el Colegio un acompañamiento a la iniciación a la vida cristiana que cada alumno o alumna realiza mediante su participación en la comunidad cristiana o parroquial de referencia, sin anularla ni obviarla.
» 3. orientación personal. A los hijos de las familias cristianas, como a los de aquellas con los que compartimos unos valores humanos comunes, el Colegio les ayuda a su orientación vocacional, a crecer en una maduración personal del propio yo según la tradición cristiana en la que encontró su origen la identidad europea: la igualdad fundamental de todo ser humano, el respeto a la dignidad del mismo, los principios rectores de la solidaridad, el mérito personal, la laboriosidad, la responsabilidad personal y la entrega al servicio del bien común, “la cultura de la palabra y el trabajo”, etc… Son valores que en general aparecen de una u otra forma reconocidos en el orden constitucional español, signos de un patrimonio espiritual y moral común.
EDUCACIÓN POR DIMENSIONES.
» FORMACIÓN DOCTRINAL: Los alumnos tienen garantizado un conocimiento íntegro y sintético de las verdades fundamentales de la fe cristiana, en plena conformidad con el Magisterio auténtico de la Iglesia Católica. Asimismo pueden llegar a un discernimiento activo y respetuoso de las demás iglesias y confesiones cristianas, o religiones, así como de otras posturas ajenas a la fe.
» FORMACIÓN LITÚRGICA: La vivencia del mundo de la fe se consigue mediante su expresión celebrativa por lo que el centro educa a sus alumnos y alumnas en la liturgia de la Iglesia, en donde encuentra de manera experiencial lo que ha conocido por vía doctrinal. De ahí la participación, acomodada a edades y condiciones personales, en los actos celebrativos, empezando desde los más pequeños a través de su integración en el Atrio de las Catequesis del Buen Pastor.
» FORMACIÓN MORAL: Se trata de la parte ética de la fe. Lejos de considerarse un elemento meramente consecuencial de la fe, se entiende como una dimensión propia de la misma, que se aprende de manera directa cuando se experimenta una comunidad donde se viven los valores cristianos de manera encarnada. En este sentido, es la misma estructuración y organización del centro como modelo de referencia de vida, los que educan al alumno en la conformación de su libertad y responsabilidad personales.
» FORMACIÓN ORACIONAL: La dimensión orante de la persona es un elemento esencial de la formación actitudinal de los educandos. Tanto en el contexto de las aulas, como fuera de ellas, cada alumno podrá, sin ningún género de cortapisas, con plena libertad y sinceridad, aprender a rezar y orar cada momento, experiencia o suceso del día, evitando la escisión antiformativa entre fe y vida ordinaria. Seguimos el método de los Oratorios para niños pequeños, según la doctrina de San José de Calasanz conservada y transmitida en los Cooperatores Veritatis de la Madre de Dios.
En todas estas dimensiones de enseñanza, celebración y vivencia cristianas, se respeta siempre la conciencia personal de cada alumno, con una participación gradual en los actos indicados.
PERSONALES
» EQUIPO DIRECTIVO Y PROFESORES: funcionando como un equipo educativo único, es responsabilidad de todos los miembros de la Directiva y de los Profesores, participar en la formación cristiana de los alumnos, cada uno según sus funciones y ámbitos propios. Requiere de ellos un grado notable de identificación, actualización y formación permanente en todas las dimensiones de la vida cristiana.
» COORDINADORES DE LA ACCIÓN PASTORAL: en cada nivel, incluyendo también la atención a las familias, existen coordinadores de la acción pastoral del colegio, encargados de estimular y dirigir el trabajo evangelizador, proponiendo iniciativas nuevas, haciendo converger los esfuerzos individuales y trasladando los objetivos particulares a los diferentes ámbitos educativos.
» PRECEPTURÍA Y EQUIPO DE ORIENTACIÓN: todos los alumnos podrán contar con la figura del Preceptor (generalmente un sacerdote que es también profesor del Centro) que ofrecerá su apoyo especializado para las inquietudes personales y espirituales de los alumnos, así como de sus familias. En íntima relación se encuentra el Equipo de Orientación y sus psicopedagogos que atienden la evolución psicodinámica de los alumnos, sus procesos cognitivos, el desarrollo personal, y cuantos aspectos puedan tener que ver con la maduración intelectual o de otro orden de los educandos.
» COLABORADORES: se entiende por colaboradores, todo otro tipo de personal especializado y debidamente preparadao que colaboran en la formación del Centro, siempre bajo la supervisión del mismo y de su dirección (seglares, Religiosos o Religiosas, miembros de ONGs o instituciones eclesiales, seminaristas, madres de los alumnos actuando como auxiliares en los Oratorios, etc).
ÁMBITOS ESPECÍFICOS DE ORACIÓN Y VIDA SACRAMENTAL.
» ESPACIOS PROPIOS: Cuenta el Centro con espacios especialmente dedicados a la vida de fe. Son: la Capilla –que comparte parcialmente espacio físico con el Salón de Actos-, el Oratorio –espacio más reducido para actos con grupos pequeños donde está el Santísimo-, otras salas de Oratorios -espacios que se han creado para poder tener más reuniones para orar con los niños- y el Atrio –es el lugar especial según el método las catequesis del Buen Pastor-; y los Rincones de oración en las aulas de Infantil.
» TIEMPOS FUERTES: Año litúrgico y otros. En algunos tiempos llamados “fuertes”, el Colegio expresa más intensamente su vida cristiana: Adviento (Navidad) y Cuaresma-Pascua. Propone en estos tiempos y en algunos días específicos (Todos los Santos, Inmaculada Concepción, patronos de la educación: – Sto Tomás de Aquino el 28 de enero-, San Juan Bosco para la FP el 31 de enero; San José el 19 de marzo, día del Seminario, etc) actividades o campañas propias con son la oración de la mañana de un modo más especial, colectas, acciones de solidaridad, charlas, coloquios, celebraciones penitenciales…
COMUNES
Son acciones comunes la Misa de Inicio de Curso y los actos oraciones de los tiempos fuertes o celebraciones particulares del Colegio –Aniversarios fundacionales…- con sus expresiones artísticas y creativas correspondientes. Todos los espacios comunes cuentan siempre con los signos cristianos apropiados (la imagen de la Virgen de la Caridad que da nombre al Colegio, un Cristo y, según momentos, los de un “santo” modelo y protector, referencia de los niños y jóvenes).
POR NIVELES
» CAI. El ambiente de la Nursery lleva a la experiencia de la acogida propia del Hogar de Nazaret, donde vivía la Sagrada Familia. Los niños son introducidos al despertar religioso según su edad.
» INFANTIL. El despertar religioso se desarrolla, además de sus clases de religión normativas, en su rincón oracional y según el método de las catequesis del Buen Pastor para los niños de 3 y 4 años en el atrio. Para los de 5 años comienzan en la introducción a la oración con los “Oratorios”, método vivencial y adaptado a su proceso de maduración inicial.
» PRIMARIA. La Iniciación cristiana comienza a vincularse al sacramento de la Eucaristía, que los niños reciben en las catequesis parroquiales.Tanto la oración como la introducción a la vida moral y sacramental se realizan desde una actitud de confianza y alegría, a la par que aprenden a vivir su fe en comunidad y con responsabilidad. En estas edades el modo de oración de los “oratorios” también se lleva a cabo una vez a la semana siendo el alma de su vivencia cristiana.
» SECUNDARIA. En torno al sacramento de la Confirmación, la formación cristiana de los adolescentes se desarrolla en íntima unión con la educación en valores, la actividad oracional de los “Oratorios” se adapta a ellos,con una participación cada vez más personal y de grupo. Se potencia la formación de la conciencia personal madura capaz de saber actuar responsablemente en su propia realidad, por lo que el sacramento de la penitencia se ofrece como ayuda decisiva.
» FORMACIÓN PROFESIONAL. Coordinada por su Profesor-Preceptor, la educación cristiana de los alumnos y alumnas de FP, gira en torno a su formación antropológica y en valores humanos armónicamente considerados, con una atención individualizada que ayude a la maduración final de los jóvenes que se encuentran a las puertas de decisiones definitivas en el orden humano y laboral.